Ya empieza el buen tiempo y con él la revolución. Los primeros revolucionados, mis fieras...que como dirían en mi pueblo "barruntan" el buen tiempo y se me descolocan.
Hoy, en la horita que tenía de tránsito entre el colegio de unos y el colegio de otros, me he recreado en un paseo por el centro de mi amadísima/odiadísima Ávila.
Ya huele diferente, el sol toca la piel con más fuerza y te sobra la chaqueta.
En un arranque de valentía, me he recogido el pelo y me he quitado la sudadera, para pasear en tirantes por la zona más antigua, confusa y misteriosa de la dama amurallada.
Los quinceañeros se besaban en los parques, los niños corrían como locos y los abuelos y abuelas paseaban por los jardines.
Quien pillara los quince años...!!! estaría yo con mi pavo tan feliz, quizá tirada en un parque besuqueandome con un niñato lleno de granos, altivo y creyente de ser el rey del mundo.
Quien pillara los 6 años, para correr como loca como los niños que hoy he visto...
Voy más allá...quien pillara los setenta y pico años de la pareja de abuelos del parque, que paseaban de la mano, quizá despues de muchisimos años juntos con la misma ilusión en la mirada que los quinceañeros ya mencionados... Tengo que reconocer que me dan envidia.
¿por cuánto habrán luchado juntos? ¿que trabas les habrá puesto la vida? y ahí están, paseando de la mano, JUNTOS, felices y yo diría que enamorados. Enamorados de la vida que han vivido juntos, con sus cosas malas y sus cosas buenas...Será envidia, pero algún día, quiero pasear de la mano de quien se la haya ganado, mayor, arrugada e incluso enferma, pero feliz y enamorada.
Hoy, después de un tiempo, me he vuelto a sentir fuera del mundo. Ajena a todo. Invisible, insensible e inexistente.
Hoy de nuevo, pasé por el mundo sin dejar huella...
